La gestión de riesgos está en constante evolución, transformando desafíos en oportunidades de negocio. A medida que los Gerentes de Riesgo se enfrentan a riesgos cada vez más complejos, se vuelve imprescindible adoptar tecnologías y herramientas avanzadas, monitorizar continuamente los riesgos e implementar estrategias corporativas sólidas para alcanzar los objetivos. En este artículo, exploraremos las tendencias y predicciones que definirán el futuro de la gestión de riesgos.
Nuevos Riesgos Emergentes
El primer paso para entender el futuro de la gestión de riesgos es reconocer los nuevos riesgos emergentes que impactarán significativamente a nuestra organización y sus resultados financieros.
Según el Foro Económico Mundial, entre los principales riesgos a corto plazo se encuentran la desinformación, los eventos climáticos extremos, la polarización social, los riesgos cibernéticos y las crisis económicas. La interdependencia de estos riesgos aumenta su impacto; por ejemplo, un riesgo económico puede agravar la situación social, provocando falta de oportunidades y migraciones involuntarias a largo plazo.
Además, los riesgos medioambientales cobrarán mayor importancia, con pronósticos de cambios críticos en los ecosistemas terrestres y escasez de recursos naturales.
Uso de nuevas tecnologías y herramientas avanzadas
Sin embargo, no todo es negativo. La tecnología está transformando la gestión de riesgos, ofreciendo herramientas cada vez más avanzadas para la identificación, evaluación, mitigación, monitorización y control de los riesgos. Estas herramientas permiten analizar grandes volúmenes de datos para predecir riesgos con mayor precisión y rapidez. Entre estas tecnologías se encuentran:
- Los aplicativos informáticos de gestión de riesgos: Permiten el control y monitoreo de los riesgos de la organización, la integración del programa de gerencia de riesgos en los diferentes departamentos y el cumplimiento de KPI’s.
- La inteligencia artificial: Facilita el análisis y la predicción de ciertos riesgos, por ejemplo, los riesgos climáticos.
- El blockchain: Asegura la transparencia en las transacciones.
- El monitoreo satelital: permite vigilar las situaciones de riesgo de la empresa en tiempo real.
- Plataformas de seguimiento de siniestros: Permiten que el Gerente de Riesgos esté conectado en todo momento con el bróker, las aseguradoras y los responsables internos de la organización de dichos riesgos para agilizar la resolución de los siniestros.
Además, la monitorización de riesgos se está convirtiendo en una práctica estándar. Ya no se trata sólo de vigilar los riesgos periódicamente, sino de adoptar una vigilancia constante, proactiva y más preparada. Esto incluye la activación de alertas inmediatas cuando se detectan anomalías o incidentes en los indicadores de riesgo.
Asimismo, los mapas de riesgo, los planes de continuidad de negocio y los protocolos de gestión de riesgos son indispensables para que una organización pueda continuar operando durante y después de una crisis. El objetivo es minimizar el impacto en caso de pérdida consecuencial, evitar la paralización del negocio y contar con un plan de actuación definido tanto para comunicar el siniestro como para restablecer las operaciones.
En resumen, las organizaciones que puedan anticipar y adaptarse a estos cambios estarán mejor posicionadas para protegerse contra los riesgos emergentes y garantizar su continuidad. La clave radica en la prevención y en la monitorización continua.