Como deberíamos entender el negocio de los seguros

Escrito por: Javier Navas Olóriz- Director General de IGREA

Existen multitud de opiniones sobre el papel del seguro y consecuentemente de los aseguradores en una sociedad capitalista. La industria aseguradora juega un papel muy importante.  No solo por el peso en el PIB que supone en la Unión Europea sino también por su importante papel estabilizador en los mercados financieros a largo plazo.

Todo ello, gracias al proceso inversor de sus provisiones y reservas matemáticas. Este, es por sí solo de una gran importancia y si lo unimos al flujo financiero derivado de los fondos de pensiones que manejan, el proceso se multiplica.

Uno de los aspectos en los que ponemos más el foco los que nos dedicamos a financiar riesgos aleatorios en nuestras empresas es que una parte muy importante de dichos flujos financieros sean revertidos a su vez a sus generadores primarios en forma de indemnizaciones por los siniestros sufridos.

Existen, entre otros, dos principios fundamentales que permiten realizar este juego inversor de flujos entre las partes. Por un lado, el mutualismo del riesgo como concepto básico y por otro la inversión del proceso productivo, sin el cual dichos fondos no existirían.

Los tomadores, pagan por anticipado a los aseguradores unas primas con la esperanza de recibir en términos de probabilidad razonable una compensación justa en caso de sufrir un siniestro.

Los aseguradores a su vez, mediante técnicas actuariales y estadísticas, calculan su probabilidad de ruina con el fin de poder prestar ese servicio, basado como decíamos en el concepto de MUTUALIZACIÓN o de colaboración social de su cartera de clientes. Por lo tanto, desde este punto de vista, no deberían existir mayores problemas para cumplir con los objetivos sociales de las aseguradoras. Algunos de estos objetivos son: colaborar con el sistema económico continuando con sus procesos inversores, productivos, o de servicios a la Sociedad.

A su vez, las aseguradoras también están y se explican por su legítima aspiración a obtener un beneficio razonable dentro del ámbito en el que se desarrollan. Es precisamente esa dicotomía de intereses la que debe funcionar debidamente. Si una aseguradora obtiene grandes beneficios se puede deber a varios factores, algunos de ellos se pueden explicar a través de los precios, que pueden engordar sus ingresos, pero también gracias a su eficiencia en los gastos que incluyen sus pagos por siniestros.

Este equilibrio, es precisamente el que deberemos analizar los Gerentes de Riesgos. Observando: el ratio de siniestros sobre primas de nuestro asegurador, la formación de sus provisiones para siniestros, de liquidación o de pago, etc.

En definitiva, el análisis de los balances de las aseguradoras, debería ser una asignatura a considerar por parte de los profesionales que defienden a sus empresas en este complejo mundo del seguro. Además, deberá tener muy presente y con carácter prioritario la SOLVENCIA de nuestro proveedor. Solo de esta manera podemos acercarnos al conocimiento completo de la realidad, que no necesariamente tiene que basarse en rumores o comentarios más o menos acertados del Mercado.